Manzaneda vive su agosto en pleno invierno, sobre todo si hay nieve. La estación de montaña ha hecho un esfuerzo importante por desestacionalizar sus actividades y hacer del verano un atractivo más, pero el invierno es el rey.
La nieve es la materia prima de la estación de invierno y este año parece que la meteorología se muestra remisa a echar una mano para cerrar un año que podría ser muy bueno. Hace un año por estas fechas ya habían caído los primeros copos de nieve y los aficionados al esquí se deslizaban por sus rampas. Este año una pequeña nevada hizo albergar ilusiones a finales de noviembre “pero en dos días se derritió completamente”, lamenta Gustavo Samartín, director de Oca Nova Manzaneda, la empresa que gestiona la estación de montaña.
Si llega la nieve la afluencia a las instalaciones crecerá y los beneficios podrán volver a la cuenta de resultados de Meisa, la sociedad en la que la Xunta tiene la mayoría y en cuyo consejo está también la Diputación, los concellos de Trives y Manzaneda y la cadena hotelera Oca. A 31 de diciembre del 2014 los ingresos superaron los 1,7 millones de euros y este año las previsiones apuntan a que irán por encima de los 1,8 millones, “si la temporada de nieve es buena”, el condicionante fundamental, como reconoce Samartín. Oca Nova Manzaneda trabaja con la hipótesis de que este año puede haber beneficios después de que los últimos ejercicios se cerrasen con pérdidas. Según la época del año, en las instalaciones trabajan entre 34 y 85 trabajadores “y en ningún momento nos hemos planteado hacer recortes de plantilla”, aclara el director. Durante el pasado invierno visitaron la estación más de 100.000 personas y en el verano las pernoctaciones alcanzaron las 12.500.
La gestora de las instalaciones considera fundamental desarrollar el proyecto de innivación artificial para no depender tanto de la nieve natural en la temporada de invierno, con lo que ganaría en competitividad y se sumaría a otras estaciones de esquí que ya cuentan con este tipo de dotaciones. Sin embargo, quedan trámites por solventar como la autorización de las administraciones o la superación de la declaración de impacto ambiental para colocar las balsas en la parte superior de las pistas. Ahora los plazos que se manejan sitúan en la temporada que viene su puesta en funcionamiento.
Unos 500 empleos
A expensas de que cuajen estas iniciativas, Manzaneda es ya el motor económico de la comarca. Gustavo Samartín indica que “podemos decir que la estación lo es todo para la zona, es su mayor dinamizador porque cuando tenemos nieve ven incrementada su actividad más del doble o del triple que cualquier otra época”. Calcula el director de Oca Nova Manzaneda que “se pueden mantener no menos de 500 empleos indirectos ya que damos mucho trabajo en la zona al demandar suministros, mantenimiento, etcétera”. Añade que “en realidad, salvo tres meses al cabo del año en los que hay poca actividad, el resto del año hay un gran dinamismo económico”.
En una zona rural afectada por el envejecimiento y la despoblación y con actividades del sector primario no muy desarrolladas, el movimiento que genera la estación de montaña es sobresaliente y así lo reconocen representantes de diferentes colectivos y entidades de la zona. Rubén Fernández, de la asociación de empresarios de la comarca de Trives ensalza la importancia de Manzaneda, pero la supedita a la presencia de nieve. Y pone como ejemplo lo que ocurrió en el puente de la Constitución: “Si chega a haber neve, non se andaría por Trives, como pasou o ano pasado, pero este ano non nevou e iso nótase”. De todos modos, subraya que “o turismo nesta comarca pasa de non ser nada a ter todo cheo cando hai actividade na estación”. Es más, reconoce que “a capacidade hosteleira que temos aquí sería excesiva si non fose por Manzaneda, que deixa moitos establecementos cheos”.
Gasolineras que sirven más en los fines de semana de invierno que en otra época del año, plazas hoteleras con altos niveles de reserva, restaurantes, cafeterías y otros lugares de hostelería con gran ambiente y el comercio que despacha más mercancía es la foto fija que describen los representantes de entidades y colectivos de la zona. Flora Castro, presidenta de la Federación de Empresarios Terra de Caldelas, recuerda que “hace unos años, cuando la estación pasó por un bache, toda la comarca lo notó y ahora se vuelve a notar, pero en positivo”.
También ella echa de menos que aún no haya nevado, pero cuando lo hace “toda la comarca lo nota porque la actividad crece”. Por ejemplo, en el 2014 la afluencia fue notable porque nevó durante muchos días “y las empresas de la zona lo hemos notado, también los pueblos de la comarca, que tienen mucho más ambiente”.
Toda el oriente ourensano percibe cuando hay actividad en Manzaneda. Así lo destaca también Montserrat Rodríguez, de la Asociación Empresarial de Turismo do Xeodestino Manzaneda-Trevinca: “A Valdeorras también le ayuda la actividad de la estación de montaña porque además de que hay reservas de habitaciones, que hay comidas y cenas en cafeterías o restaurantes, hay gente que hace compras aquí y todo eso ayuda”. Montserrat Rodríguez también gestiona el Pazo do Castro, un establecimiento hotelero de cuatro estrellas en O Barco, y reconoce que “por ejemplo, en febrero o marzo del año pasado, pude haber tenido un 30% más de ocupación con el que no contaba”.